viernes, 25 de mayo de 2012

Éramos nada y demasiado.

Es eso que se siente cuando te subes al tren y te das cuenta de que has dejado tu vida a la mitad. Que no puedes volver, pero que puedes bajarte en la prósima parada si supieras con certeza que alguién irá a buscarte. Que llevas la tarde sentada en ese bar de madera removiendo el mismo café. Que el mundo gira en tu contra, pero con ellas se hace más fácil. Es un martes convertido en domingo. Es el tiempo que pasa mientras ella espera que sus ojos coincidan. Fue un final que se convirtió en principio. Fue un principio que se preguntó lo que somos o de lo que nunca hemos llegado a ser. Tal vez solo busco una casualidad. O una vida que compartir. O mejor dicho, sólo espero una casualidad me cambie la vida. Sea lo que sea este texto sigue siendo para ti.

Ámame.

Ámame ahora mismo, porque quizás sea tarde. Lentamente, porque será la mejor forma para saborearlo. Con recelo, porque puede que alguién más te gane de antemano. Locamente, porque no sé cuánto te durará el enamoramiento. Fugazmente porque así podré guardar tus besos mas apasionados. Irónicamente porque es asi la vida, absurda completamente. Ámame sin peros de por medio. Pero si tu ni yo lo necesitamos. Dulcemente , porque aún nose inventó otro condimento mejor que ese.

Ámame porque no te cuesta más que un poco que tiempo.

Te quiero a ti.



¿Qué que quería hacer?
Quería follarselo, a él le gustaban las palabras claras, ahí tenía unas cuantas, lo quería en su cama.
Quería pegar sus caderas a las suyas y notar su deseo, quería ser la responsable de ese deseo.
Quería colarse bajo su camiseta, trepar por las costillas, quería que él la aplastase contra la pared y sus respiraciones entremezcladas.
Quería mirarle directo a los ojos y decirle: Te quiero a ti.

martes, 22 de mayo de 2012

Te diré algo al oído, no hace falta que nadie lo escuche. TE QUIERO. Se me ha escapado, últimamente se me escapan muchas cosas, el tiempo que paso junto a ti. Dijimos que sólo me llamarías 5 minutos ¿minutos he dicho? , quiero decir que nos pasamos horas enganchados a nuestras palabras, a nuestros sonidos, a todo lo que me dices por ese pequeño altavoz. Se me escapan las lágrimas si no te tengo cerca, si no te tengo a mi lado. Se me escapa el tiempo eterno, sin escuchar tu voz. Cójeme de la mano, no haremos locuras, volveremos al mundo loco con nuestros besos. Ven a mí, tan solo déjate llevar. Y te miro a los ojos, ¡ qué guapo eres! . Y sí, te quiero. Tú sigues aquí, eso es, todo se escapa menos tú. Tú y yo y el resto para nosotros.

domingo, 6 de mayo de 2012

Después de diecisiete años y pico, aprendí que la vida está llena de casualidades, que el mundo es muy pequeño y las personas son muy grandes. Hay emociones inaccesibles y calles llenas de mentiras. Hay secretos en los cementerios y amor hecho lágrimas en la puerta de un hospital. Hay días cortos y días largos. Hay días que te mueres por volver a vivir, y hay vidas que te mueres por volver a abrazar. Nunca sabrás si detrás de esa puerta están haciendo el amor. Nunca sabrás si la persona con la que te cruzas una mañana tiene la respuesta a tu pregunta, o por si alguna razón os volveis a cruzar algún día. En diecisiete años he aprendido que un vagón de metro está lleno de historias inacabadas. Que hay ojos tristes, risas con ganas y miradas perdidas. Hay terminales de aeropuertos llenas de encuentros y despedidas. Hay una canción para una mujer debajo del colchón en el que un hombre se deja llevar. Siempre hay alguién triste y siempre hay alguién pensando en ti. Hay hoteles llenos de infidelidad, hay corrupción, hay bolsillos llenos de monedas, de desamores y de problemas sin aparente solución. Hay gente que sabe de donde viene y no a dónde va. Hay canciones que marcan tu vida desde ese diecinueve de octubre del noventa y cuatro. Y a pesar de todo lo que cabe en el mundo, éste sigue siendo demasiado pequeño.

Porque a veces, el mundo gira y yo solo te necesito a ti.
Porque de todas las vidas, yo solo quiero entrar en la tuya.