Mi madre es una mujer sabia. Y dice que en la vida tienes que rodearte siempre de personas alegres, que para tristes ya están las desgracias. Que hay que reír. Reír mucho. Por tonterías. Sobre todo por eso. Me encantan las tonterías.
Mi madre, es de esas personas con humor raro. Y creo que se me ha pegado. Mi madre no repara en gastos cuando tiene que darte una torta, y es más despierta que una jauría de linces avispados. Mi madre recuerda las películas con tan solo ver una escena. Tiene una de esas memorias increíbles de la que solo me ha dejado heredar parte. Mi madre, es monotemática, pero sabe cientos de miles de historias. Y es la mejor, sí, indiscutíblemente la mejor consejera que ha existido en esta galaxia y parte de la que vendrá después.
Mi madre, que es una mujer sabia, dice que su hija es un poco payasa, pero en el buen sentido. Dice, que desde hace ya algún tiempo, me paso los días sonriendo, y es por ti.
Es por ti, que ahora soy una de esas personas alegres, que alegran y viven de las tonterías, la risa y el sol.
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