El amor se basa en la locura. 

Elige a quien quieras.

Elige a quien te hace feliz.

Elige al que consiga hacerte brillar.

Elige el amor correcto.

Pero no es el amor de verdad, es mentira. Es una simple careta. Una obra de teatro que se acaba cuando se baja el telón. El verdadero amor es el que te lleva a lo peor de ti mismo, aquel que hace daño, aquel que se sale de lo común. El amor de verdad es el que solo entienden dos personas. Lo que hay, solo lo saben ellos. Ni tú ni yo. Saben lo difícil que es, lo frustrante que es. Te arrastra, no te deja, te hunde y te saca a flote. Es una locura. El amor de verdad es ese que no te esperas, que odias sentir. Porque esa persona no es lo que buscas, porque te hace daño, porque está prohibido. Elige el amor correcto, elige lo fácil. Pero realmente no seras feliz. El amor es un circulo vicioso, es algo en lo que caes una y otra vez, y con la misma persona. Es empezar a cero y subir a mil en dos segundos. Querer es un deporte de riesgo, el mayor deporte de riesgo. Es destructivo, se lleva a todo aquel que se interponga por delante. Rompe barreras, rompe contigo. Rompe hasta muros y hace que camines por zarzas durante meses. Te lleva por desiertos para acabar en París, o en el Empire State Building. ¿Te vienes conmigo? Podríamos matarnos juntos. Matame, llevame a los rincones más oscuros que conozcas. Arrastrame a caer en el barro, donde no hay porque fingir. Atame, dime que me quede. No te marches, pídeme lo que sea. El amor es locura, es dolor, es lo mejor que te puede pasar en la vida.