Siempre me pregunto a mi misma qué es lo que pasa conmigo, qué siento, qué quiero sentir, qué debería sentir, qué razones tengo para sentirlo y porqué lo hago. Nunca tuve respuesta, ¿razones? Pero, ¿quién las necesita? ¡Nadie! Solamente lo siento, no lo pienso, no lo analizo, ya no. Y ahora se todo lo que necesito saber, te quiero a ti, aquí y ahora; no se porque, pero no me lo voy a volver a preguntar. He aprendido que tal vez no todo tenga un motivo para suceder.
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