viernes, 16 de marzo de 2012

Juntos

Recuerdo aquel día que dijiste que juntos nos pasarían cosas buenas. Que íbamos a paliar todos los agujeros que teníamos. Que íbamos a subirnos al tren del futuro de la mano.
Entonces me desperté apuntando historias bonitas en post-its amarillos en las paredes de la habitación, en los muebles del salón, en los cristales del baño. Entonces quise que nos metiésemos en una bañera llena de burbujas, con olor a chocolate y el incienso afrodisíaco que me habían regalado por mi cumpleaños quemándose. Que hubiese una ventana abierta en la que entrase la brisa fresca de la mañana y el agua caliente en nuestra piel. El radiocasette sonando, inundando nuestra casa, nuestras mentes, nuestra alma. Pidiendo que nos respirásemos. Que cerrásemos los ojos y apareciésemos a mil millas de distancia, con el bañador puesto y que la música nunca dejase de sonar. Damien Rice delicadamente. Russian Red recordándonos que que más da si es cada día o cada noche. Saborear, pedir la luna y las estrellas. Inventarnos personajes, construir castillos en el aire. Dedicarnos el hoy. No dejar que este "hoy" acabe nunca. Besarnos desenfrenadamente, desintoxicarnos de mentiras. Aprender a aprender. A no dejar de quedarnos quietos. A ser. JUNTOS.

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